HISTORIA COMPARTIDA DEL LICEO FERMIN TORO

Por: Faustino Rodríguez Bauza

Como exalumno del Liceo Fermín Toro, cuando recuerdo la actividad compleja y múltiple que constituyó la vida estudiantil de quienes por allí pasamos,he pensado que daría para escribir una Historia de varios tomos, que puede muy bien constituír una parte muy importante de la historia de Venezuela en el Siglo XX

.Desde la descripción de lo que fué anteriormente el lugar donde se ubicó su edificio nuevo,y todo lo que por allí ocurrio antes de construírlo, y luego, desde su inauguración, puertas adentro, con la intensa vida cultural, político-estudiantil, artística en todas sus expresiones: teatro, cine, pintura,educativa, científica,periodística,deportiva,literaria, teatral, de actividad en radio,de estudiante-docente, de oratoria,de solidaridad internacional, de lucha política antidictatorial activa, combativa, arriesgada y definitivamente realizada con todo el fervor y la decisión juvenil.

Fué también el Liceo Fermín Toro, al menos en la época en que me cupo la suerte de pasar por allí como alumno un ejemplo de docencia compartida profesor-alumno, que permitía integrar al joven al proceso docente, de control de clase, adecuado a su edad, y progresivamente con adquisición de mayor responsabilidad compartida con los docentes a medida que se avanzaba en edad,promoción escolar y responsabilidad socio educativa.

Desafortunadamente, esa docencia compartida, que obligaba al alumno a adquirir su responsabilidad de estudiante, pero también al docente a ser mas exigente consigo mismo, se perdió posteriormente por razones que analizaré después.

Esa docencia compartida llegó a obligar que el alumnado en general adquiriera las técnicas, los hábitos y constituyera una necesidad vital para cada uno el desarrollar una vida de autodidacta y aprendiz permanente.

Muchísimo de eso he llevado en la parte de vida que me ha correspondico, y, junto con otras experiencias he concluído en la necesidad de reunir conocimientos de variados campos que coinciden en la educación de los adolescentes, para con ellos integrar una nueva Ciencia del campo de las Ciencias de la Educación, que he llamado Hebegogía, cuya propuesta ya está en camino por el mundo.

Todo lo anterior constituye una parte de la explicación de porqué del Liceo Fermín Toro salieron tantas figuras importantes en todos los procesos de la construcción del país en el Siglo XX.Y digo salieron del Fermín Toro, y así lo he sostenido en conversaciones y hasta discusiones con colegas, amigos, estudiosos de los problemas de la educación, porque, es cierto, iban a las Universidades, pero a acumular conocimientos, porque lo esencial de la personalidad, de la formación humana como integrante de la sociedad, ya lo llevaban del Liceo.

Ya salíamos hechos como personas, en su base fundamental como participantes de la sociedad.A toda esta reflexión y exposición inicial me ha llevado el Artículo de Priscila Méndez, una Fermintoriana muy posterior a mi pasantía liceísta, de la época en que ya estaba como docente, y no pude cumplir con mi deseo de ir al Fermín Toro como Profesor.

Ahora como jubilado hasta he tenido la idea de volver aunque sea por un año y con unas pocas horas, a devolver algo de lo tanto que de allí saqué.

De allí salí periodista, y lo ejercí, y lo sigo haciendo.

De allí salí educador. Y lo sigo siendo.

De allí salí comunista. Y lo sigo siendo.

De allí salí revolucionario. Y lo sigo siendo.

Y sobre todo, en este mundo de corrupción, de allí salí siendo honrado.Y lo sigo siendo.

Pensé en alguna oportunidad en hacer algo así como una Historia del Liceo Fermín Toro. Pero es mucho para una sola persona.

Eso tendrá que ser una Historia compartida. De allí el título de este artículo, Historia Compartida del Liceo Fermín Toro.

Gracias Priscila Méndez, tu recuerdo me llevó a lanzar la idea para la calle, y porque en la situación actual de Venezuela y lo que se avizora de profundización de la lucha, muchas de las experiecias del Fermín Toro, y sobre todo la decisión y firmeza que emanan de sus luchas nos harán falta.

Andamos en esto desde muy temprano de la década de los cuarenta, desde el tercer año de esa década, para ser más exacto, con el recuerdo de la batalla de Stalingrado, y toda esa experiencia acumulada me dice que estamos en un momento que no nos permite descanso, por lo decisivo que será esta lucha de Venezuela para definir importantes situaciones para el país, para América y para el mundo.

Por eso nos veremos con mucha frecuencia en esta página Antiescuálidos, que es una trinchera que va a crecer y mucho, que va a pelear y mucho, y que va a tener voz, y mucha, en el desarrollo de la conciencia revolucionaria bolivariana.

Fermintorianamente hablando, aquí seguiremos.

Hasta el combate siempre.